Ir al contenido principal

ENCUENTRO IMPOSIBLE


En esta actividad provocaré un encuentro imposible entre personajes de libros/sagas diferentes, creando así una atmósfera heterogénea e inusual. He escogido a los protagonistas de mi saga de libros favorita: Memorias de Idhún, así como al protagonista de todo un clásico, Tom Sawyer.

La Tierra, Madrid (España). Año 2018

Un chico de unos 20 años, de cabello rubio y ojos verde esmeralda que parecían arder,caminaba junto a una chica de largo pelo castaño y ojos almendrados llenos de luz. Iban los dos a paso ligero, con expresión resuelta, aunque de vez en cuando compartían una mirada cómplice. Una figura ataviada de extrañas ropas oscuras los observaba desde los tejados con sus penetrantes ojos azul hielo. Una media sonrisa se le dibujaba en la cara, sin darse ni cuenta. La Tríada seguía su avance, hasta que llegaron a un callejón. Allí, la figura oscura descendió del tejado con un ágil salto, y los tres se reunieron en la boca de la estrecha ruta. Asintieron y avanzaron. Un extraño humanoide de piel escamosa y verdosa, cola sinuosa y cabeza de ofidio acorralaba a un singular niño que parecía salido de otra época. Vestía un peto de tela vaquera sobre una camiseta blanca y sencilla y su fino cabello rubio estaba enmarcado por un sombrero de paja de ala muy ancha. Sin dudar ni un segundo, aquel trío hizo un gesto al unísono y sus armas se materializaron: una espada dorada envuelta en llamas, una hoja tan gélida como azulada y un bastón de madera blanca y cristal coronado por un diamante redondo envuelto en filigranas de plata sideral. Desintegraron al szish (nombre de la raza idhunita entre humanoide y serpiente) y fueron a hablar con el niño:

-¿Estás bien chico?- pregunta la chica, que habla español con voz cariñosa.

-Si, aunque me gustaría volver a mi casa- responde este.

-¿No sabes llegar, pequeño?- habla el chico rubio en un español fuerte y vacilante.

- No, pero no necesito vuestra ayuda, soy mucho mayor que vosotros al fin y al cabo. Me las apañaré para llegar a mi casa. ¡Ay, ya puedo imaginar a la tía Polly! ''Thomas Sawyer, ¿dónde has estado?"- imita Tom con voz burlona.

-Espera, ¿Thomas Sawyer? ¡Un momento! ¡Yo leí ese libro cuando era pequeño! Hola somos Jack, Victoria y Christian, de Memorias de Idhún, escrito por Laura Gallego. Ya me explico como eres ''mayor que nosotros''. Creo que el responsable de nuestro encuentro ha sido El Códice (del Torpe).

Imagen relacionada

Comentarios

Entradas populares de este blog

PLAGIO CREATIVO

Esta actividad consistía en cambiar la sinopsis de una novela originando así una versión más o menos original de ésta. Mi plagio creativo será de el comienzo de el primer libro de mi saga favorita: Memorias de Idhún . VERSIÓN ORIGINAL: Era ya de noche, una noche de finales de mayo, y un chico de trece años subía en bicicleta por una carretera comarcal bordeada de altas coníferas, de regreso a su casa, una granja junto a un pequeño bosque. Se llamaba Jack. Hacía ya un par de años que vivía con sus padres en aquella granja a las afueras de Silkeborg, una pequeña ciudad danesa. [...] El recorrido junto al bosque lo relajaba y apartaba de su mente todas las preocupaciones. Pero aquella vez era diferente... MI VERSIÓN: El sol se ponía ya, en una tarde de finales de junio, y una loba plateada de unos dos años de edad subía plácidamente la suave loma de la colina salpicada de chopos y pinos en la que su manada, su familia se había instalado ya haría unas tres semanas. Le gustaba par...

MICRORRELATO

Un microrrelato es un breve relato (como su nombre indica) de final inesperado. La gracia de estos textos es que el argumento da un giro tan tremendo que a veces ni el propio escritor lo entiende: Súbitamente el guerrero recordó. Recordó por qué luchaba. Recordó quién lo había hecho despertar de su milenario letargo. Recordó la sombra que le guió. Recordó su función en aquella historia. Se lanzó con más ganas que nunca a la carga con su hoja por delante, dispuesto a acabar con su enemigo de una vez por todas. Pero como era muy tarde, tuve que poner pausa e irme a cenar, así que el guerrero se quedó con las ganas de ver sangre.